26/4/11

La importancia de la detección precoz del síncope

No todos los "desmayos" o pérdidas de consciencia son iguales. Mientras unos son alteraciones totalmente recuperables y no revisten mayor importancia otros, en cambio, esconden alteraciones funcionales o patologías graves que debutan con ese signo tan poco, en ocasiones, tenido en cuenta. Este problema clínico debe ser identificado precozmente para trasladar esta información a los facultativos que recibirán al enfermo, o accidentado, para su estudio pormenorizado en busca de esa patología grave...

Es necesario distinguir el síncope de otros fenómenos que pueden alterar el nivel de consciencia: la debilidad, el desvanecimiento, el mareo, el vértigo... todo ello cursa sin pérdida de consciencia total ni alteran la tensión arterial sístólica (TAS). En cambio, la
histeria de conversión, la hipoglicemia, la epilepsia, todo ello presenta pérdida de consciencia sin alteración de la TAS. Pero no están comprendidos como causas de síncope.
Síncope se define como la pérdida transitoria de la consciencia, la mayoría de las veces secundaria a un episodio de hipoxia cerebral, derivada de una disminución del flujo sanguíneo cerebral.
La clasificación del síncope es:
  1. Síncope simple.
  2. Síncope de origen cardíaco.
  3. Síncope de origen neurológico.
  4. Síncope de origen vascular.
  5. Síncope por otras causas.
Cada uno de estos puntos tiene sus causas propias. No es intención de este artículo describirlas. Para ello hemos incluido links de páginas y estudios especializados que profundizan ampliamente en el tema.
Nuestra intención es ampliar el conocimiento sobre las pérdidas de consciencia y enfatizar la importancia que tiene, para el médico que recibe al paciente, ese dato que, en multitud de ocasiones, recogemos o presenciamos cuando somos primeros intervinientes. Es fundamental prestar atención a la permeabilidad de la vía aérea, a la calidad del patrón respiratorio, a la eficacia del patrón cardiocirculatorio... pero no hay que dejar de lado este signo, único en ocasiones, para desvelar una patología más importante que la propia pérdida de consciencia.
Nuestra actuación en la emergencia extrahospitalaria será:
  1. Posición antishock.
  2. Toma de constantes, tensión arterial, en posición decúbito supino y sentado.
  3. Controlar posibles complicaciones: vómitos, convulsiones...
  4. Movilización preferentemente en supino, si no es posible, en posición de sentado.
  5. Preparar material de control de vía aérea, Güedel el tamaño apropiado, durante el traslado.                                                                                                                    Enlace al PDF Sincope

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