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21/4/11

Ambulancias y bomberos, mejor con rotativos azules


Desde que la Convención de Viena estableció en 1968 el color azul o rojo para las luces rotativas de los vehículos prioritarios, toda Europa avisa de sus emergencias con ese código visual. ¿Toda? ¡No! Un estado de la Unión sigue empleando el color amarillo-auto para estos menesteres en virtud de una ley obsoleta, de manera que cualquiera puede confundir, y confunde, una ambulancia, un vehículo de bomberos o una pick-up de Protección Civil con el camión de la basura, con una grúa de asistencia en carretera, con una furgoneta de mantenimiento de la vía o hasta con un tractor amarillo.
Es lo que tienen los códigos de color, que sirven para relacionar ágilmente imágenes y conceptos, y dadas las circunstancias los conductores de vehículos prioritarios que se ven obligados a señalizar sus emergencias de la misma manera que avisa de su presencia una barredora municipal están que trinan y claman por que se entienda la siguiente analogía:
Amarillo = precaución. Azul = salvar vidas.

El asunto lleva en manos de la Administración desde noviembre de 2006, cuando una proposición no de ley aprobada por el Congreso de los Diputados fijó el punto de mira en la necesidad de que “en aras de una mayor seguridad de los ciudadanos, los vehículos prioritarios o vehículos de urgencias puedan utilizar una señal luminosa de un color distinto al que emplean los vehículos especiales”.
Como un día por una cosa y el otro día por la otra han ido pasando las semanas y estamos a 2010, en mayo de este año volvió a aparecer el tema en la Cámara baja cuando se instó al Gobierno a cumplir con el mandato del Congreso. Sin embargo, acabamos ya el año y las cosas siguen atascadas porque, al parecer, con tanta administración hay muchos interlocutores con quienes negociar y mucho desembolso económico que realizar para conseguir que todos los vehículos prioritarios luzcan un mismo color: el del aviso de emergencia.

A todas estas, en algunos cuerpos policiales se reivindica el azul como color propio y único, lo que choca frontalmente con la idea de los conductores del resto de vehículos prioritarios. Aquí podríamos preguntarnos qué es más urgente, si el paso de un policía que persigue a un delincuente o el paso de una ambulancia que traslada a un infartado. Al final, hay opciones para todos: el azul y el rojo combinados, o el azul en solitario para unos y el rojo para los otros… En cualquier caso, ni siquiera por coherencia legal deberían emplear un mismo color el rotativo V-1 de un vehículo prioritario que el rotativo V-2 que luce la carretilla elevadora de un almacén de la construcción, por poner otro ejemplo.
No es un asunto de poca monta, así que los defensores de los rotativos azules para todos los vehículos de emergencias se han montado un grupo en Facebook para reivindicar que los cambios lleguen ya, y es que por cada día que pasa son muchas las situaciones de riesgo que se viven en la calle, algo que según los conductores de vehículos prioritarios disminuiría si pudieran señalizar ya sus emergencias legalmente en un color más llamativo e identificativo de su función. Algunos incluso han cruzado la línea de la ley y señalizan ya sus emergencias con color azul, mientras que la reacción de las autoridades ha sido dispar: algunos vehículos han sido tolerados y otros han sido multados.
En definitiva, no sé yo si llevando las luces en azul la situación que vemos en este vídeo cambiaría o si el conductor medio aplicaría un selectivo daltonismo con tal de seguir a lo suyo. En cualquier caso, quizá con unos elementos de señalización V-1 más vistosos en las ambulancias, en los camiones de bomberos y en los vehículos de Protección Civil serían menos necesarios los avisos acústicos, sobre todo de noche. ¿Quién sabe?

¿Qué hacer cuando viene un vehículo prioritario?

Mientras se aclara la situación legal de los rotativos azules, ahí va un segundo debate sobre la circulación de vehículos prioritarios, propuesto por nuestro asesor oficioso en asuntos de salud, el doctor Josep Serra, y en el que no he podido evitar pensar al ver la situación planteada en este ameno cortometraje que podríamos titular ‘Los chicos del Samur contra el tipo del Renault Mégane’. De hecho, si nos atenemos a lo que dice el Reglamento General de la Circulación,

Tendrán prioridad de paso sobre los demás vehículos y otros usuarios de la vía los vehículos de servicios de urgencia, públicos o privados, cuando se hallen en servicio de tal carácter. Podrán circular por encima de los límites de velocidad y estarán exentos de cumplir otras normas o señales en los casos y con las condiciones que se determinan en esta sección.
Los conductores de los vehículos destinados a los referidos servicios harán uso ponderado de su régimen especial únicamente cuando circulen en prestación de un servicio urgente y cuidarán de no vulnerar la prioridad de paso en las intersecciones de vías o las señales de los semáforos, sin antes adoptar extremadas precauciones, hasta cerciorarse de que no existe riesgo de atropello a peatones y de que los conductores de otros vehículos han detenido su marcha o se disponen a facilitar la suya.
Los conductores de los vehículos prioritarios deberán observar los preceptos de este Reglamento, si bien, a condición de haberse cerciorado de que no ponen en peligro a ningún usuario de la vía, podrán dejar de cumplir bajo su exclusiva responsabilidad las normas de los títulos II, III y IV, salvo las órdenes y señales de los agentes, que son siempre de obligado cumplimiento.

A efectos ilustrativos, las normas de los títulos II, III y IV son aquellas que se refieren a la circulación de vehículos (incluidas la posición en la vía, la prioridad de paso y la velocidad, por ejemplo), a normas varias (relativas, entre otros, al uso de elementos de seguridad tales como las puertas del vehículo, el casco o el cinturón), y todo el bloque que habla de la señalización.
Por su parte, ¿cuál debe ser el comportamiento de los demás conductores respecto de los vehículos prioritarios? Sigamos leyendo:
Tan pronto perciban las señales especiales que anuncien la proximidad de un vehículo prioritario, los demás conductores adoptarán las medidas adecuadas, según las circunstancias del momento y lugar, para facilitarles el paso, apartándose normalmente a su derecha o deteniéndose si fuera preciso.
Y ahora, la pregunta que abre el debate: si nos encontramos detenidos en una calle estrecha de un solo carril esperando a que el semáforo cambie de rojo a verde y llega por detrás una ambulancia con todo tipo de señalización de emergencia, ¿podríamos reanudar la marcha para facilitar el paso al vehículo prioritario?

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